Japan
Yesterday, the prince of Japan went to Mexico, for a quite strange reason, my father had to this event. As i was considering a subject to write a micro story for some event at the USAL. I use the subject and made a short story. Here it is.
El Príncipe de Japón.
El Príncipe de Japón.
Este puto calor. La camisa pegada a la espalda y el tráfico que no avanza. Aquí estoy en mi pequeño coche en la ciudad más grande del mundo y está toda colapsada. Son casi las doce, no voy a llegar. Que chingados tendré que ver yo con el maldito Foro mundial del agua. Toda la mañana mirando pasar gente por la alfombra y ahora esto.
A quien chingados se le habrá ocurrido enseñarle al Príncipe de Japón un pinche río entubado, además hasta Cuemanco, el puto fin del mundo. Ahora todos a pitar, la ciudad más grande del mundo y todos pitando. No voy a llegar.
El señor bajito nos forma a todos, hay que agachar la cabeza cuando pasen y ya está. No le oigo bien, los gritos de la gente afuera de la reja no me dejan oir. Me pone en el pasillo justo frente del estrado. Me pregunto por que me ha puesto aquí y me pregunto quien chingados habrá puesto esta alfombrita en medio de este sitio. En medio de la nada.
Ahora hace más calor, y afuera vuelven a gritar, mueven las rejas. Miro al señor bajito, lo está pasando mal el cabrón. La gente formada como yo se mira con desconcierto, esperando, ahí de pie en el calor, esperando.
Se han callado, cuando han entrado, la gente se ha callado. Ese es el príncipe de Japón, a su lado la princesa camina lentamente. La gente les mira en silencio, cuando pasan, la cabeza, hay que agachar la cabeza. El Príncipe tiene unas gotitas de sudor en la frente pero actúa como si no pasara nada, no se pasa el pañuelo por la frente, no mira a ninguna parte, solo camina lentamente. Al llegar al estrado, se colocan de pie, muy serios, están frente a mi, muy cerca de mi.
Ella lleva un pañuelo en el pecho, de seda azul, tiene pequeñas figuras bordadas, es hermoso. Al medio hay dos ruiseñores de cola larga, parecen volar como haciendo círculos. El cuello de la princesa es largo y blanco, muy blanco. En el hueco que hay al comienzo del cuello, debajo de la garganta tiene una perla de sudor, solo una. No me he dado cuenta de que miro con atención. Se da cuenta de que la miro y me mira, me está mirando.
La gente vuelve a gritar, más fuerte ahora, se oye la reja de metal cayendo al suelo, alguien me empuja por la espalda, vuelvo a mirar, las alas del ruiseñor tienen las plumas blancas.